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La remontada imposible

Marco Pantani en el Giro de Italia de 1999 logró una hazaña única e irrepetible

Santuario de Oropa, una cima de grandes leyendas.

El templo donde se venera a la Virgen Madonna Nera ha vivido como Miguel Induráin sufría lo indecible. En 1993, era la última oportunidad de desbancar a Induráin del trono. Ugriúmov hizo un demarraje con potencia e Induráin solo pudo regular sus fuerzas y aguantar el «Hook» al hígado del letón. Los españoles, siempre tendrán en la memoria como el campeón navarro resistió como un gladiador la maglia rosa.

Jalabert mira con estupor la llegada de Marco.

Una etapa de leyenda

El 30 de mayo de 1999, Pantani ya era la maglia rosa, y todo apuntaba a que lograría el triunfo consecutivo de la ronda italiana.

La etapa estaba discurriendo con una aparente serenidad. Los Mercatone Uno tenían controlado a todos los favoritos. En el puerto final de Oropa subió la intensidad del pelotón. Cuando se llevaban apenas unas pequeñas rampas de ascensión… surgió la sorpresa. La maglia rosa se apartaba de la carretera y se ponía a manipular los engranajes, daba la sensación de que le había pasado el típico caso de salida de cadena.

El equipo seguía para adelante sin problemas hasta que se dieron cuenta que faltaba su jefe de filas. Los compañeros de Mercatone Uno: Enrico Zaina , Garzelli y Marco Velo acudieron para escoltar al vigente campeón del Giro. A partir de este momento empezó lo que podía ser una escabechina o humillación a todos sus rivales. Sus compañeros pusieron un ritmo difícil de seguir y aunque le costaba seguirles aguantó como un jabato. En las primeras rampas se vió como José María Jiménez «Chava´´ sufría una pájara y Pantani le rebasaba en su intento de remontada. Por delante sabían que el figura tenía problemas pero no se imaginaban que venía con semejante fuerza. En el grupo de los elegidos atacó Roberto Heras, pero sería Jalabert con más fuerza y constancia  el que consiguiera ser el líder de la carrera.

Por detrás, Pantani ya se quedaba solo  sin compañeros e iba llegando a la altura de Clavero, Savoldelli, Simoni, Gotti ,Roberto Heras. Al comentarista Pedro Gonzalez, no le gustaba ver como se esfumaba otra victoria española pero se quedaba asombrado de la gesta que estaba viviendo. Laurent Jalabert era informado por su coche que por detrás venia ya el pirata. El italiano llegó  a su altura y con muchísima rabia y potencia le rebasó. El francés, nada pudo hacer más que mirar con estupor al famoso pirata. Marco Pantani empezó a tirar con fuerza, para distanciar a Jalabert, dado que el francés era superior en la lucha contra el crono. El público empezó a animar a Pantani en los últimos metros, y sorprendentemente al llegar a meta no levantó los brazos.

Antiguamente los pinganillos y el GPS era toda una fantasía. El pirata cuando llegó explicó el porqué de no celebrar su victoria. “ No sabía si había entrado alguien delante y no quería hacer el ridículo levantando los brazos «, relataba en tono jocoso el italiano.

Marco Pantani consiguió en ese Giro la victoria en cuatro etapas. A dos días de la conclusión, un polémico control antidopaje le apartó de su triunfo en la general y fue descalificado. Ivan Gotti,  al estar en segunda posición lograría la maglia rosa final.

Marco completa su hazaña

El 14 de Marzo de 2016, un tribunal italiano anuló la descalificación de Pantani porque se descubrió que la mafia había sobornado a los servicios médicos para obtener beneficios económicos en las apuestas deportivas. La historia del pirata seguirá inevitablemente en los periódicos, pero para los amantes del ciclismo la carrera deportiva ya finalizó. Las gestas de Marco Pantani son inolvidables en la mente de cualquier apasionado al ciclismo épico …

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